Vale, sé que mucho ha llovido desde la última vez que estuve
por aquí, pero cierto es que la constancia no es uno de mis puntos fuertes.
Empecemos por el principio que es por donde todo debería
comenzar. Tras subir al avión que decidiría el futuro de mi vida durante el
próximo año el día 23 de julio, llegué a Nueva York para pasar 4 días con el
resto de au pairs que iniciaban esta aventura al mismo tiempo que yo. El
Training no fue lo más entretenido que he hecho en mi vida, para qué nos vamos a
engañar. Consiste en asistir a diferentes clases de 8 a 4 para saber sobre cómo
tratar con niños, aprender primeros auxilios y hacer actividades varias
relacionadas con el cuidado de las personas que vas a tener a tu cargo durante
un año. Fueron 4 días en los que, aparte de conocer a gente maravillosa, conocí
una de las ciudades más maravillosas del mundo, Nueva York.
No tendría palabras para describir la ciudad que nunca
duerme, la ciudad que te sorprende a cada paso que das y de la que me enamoré
nada más pisarla. Ya tengo planes futuros para volver, será en Año Nuevo con
dos amigas, pero eso se merecerá una entrada en su debido momento.
Tras esa primera toma de contacto con mi nueva vida llegaba
la prueba de fuego, la definitiva, conocer a la que sería mi familia de acogida
durante el próximo año. Y, ¿sabéis qué? mi host family superó con creces mis
expectativas. Todo con ellos a día de hoy va sobre ruedas, me tratan como a una
más de la familia y se preocupan todo lo que pueden y más por mí. Sé que soy
realmente muy afortunada y puedo decirlo abiertamente: con ellos me siento como
en casa.
Hasta el día de hoy todo ha sido bastante rutinario: ir a la
town pool con R and L, pasar las horas muertas en el Mall más grande de Massachusetts
(lo tengo muy cerquita de casa y a veces no sé si es bueno o una perdición!),
hacer varias escapadas a Boston y hacer nuevas amistades. Así ha transcurrido
mi primer mes en USA hasta que el domingo pasado nos vinimos de vacaciones a
North Carolina, aunque esto sin duda merece una entrada aparte!
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